lunes, 14 de octubre de 2019

Por qué no hay que usar el Diccionario de la Real Academia, prejuicioso, racista y mal redactado (19)


Cualquiera que haya tenido la fortuna de visitar las regiones de Antioquia, Caldas, Risaralda y Quindío, en Colombia, sabe que a los habitantes  de Medellín,  Manizales,  Pereira y Armenia, así como los de muchos de las ciudades más pequeñas y pueblos que rodean esas urbes son denominados “paisa”, palabra que es apócope de “paisano” (en este caso, con el valor de “montañero”). Tanto el habla como las costumbres y comida de los paisas definen a uno de los más importantes grupos que hacen a la identidad colombiana. Según el censo de 2005 de la Dirección de Censos y Demografía del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, la población paisa alcanza los 6.956.444  habitantes. Lamentablemente, nada de esto está registrado en el DRAE, ya que la palabra “paisa” no consta en ningún lado.

Sin embargo, cuando uno buscá en el DRAEmirandés”, nos enteramos de que es el gentilicio para los naturales de Miranda de Ebro, ciudad de la provincia de Burgos, en España, la cual, según el censo del 2018 del Instituto Nacional de Estadística, tiene una población de 35.477 habitantes.

Quien tenga tiempo, puede comprobar que, sistemáticamente, omisiones y excesos son moneda corriente en el DRAE. Las omisiones siempre hay que buscarlas por el lado americano. Los excesos, por el lado español. Y eso, a pesar del tan cacareado panhispanismo.

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