miércoles, 20 de octubre de 2010

Los funcionarios de migraciones, cumpliendo expresas órdenes del Ministerio del Interior español, muestran la hilacha y el profundo desprecio que sienten por Latinoamérica


Este blog se ocupa fundamentalmente de cuestiones relacionadas con la traducción, la difusión de la literatura traducida, el funcionamiento de las editoriales, el comportamiento de los agentes y las tecnologías vinculadas al libro y su eventual comercio. Sin embargo, en más de una oportunidad hemos hablado de cuestiones vinculadas a política de la lengua. Hoy, en cambio, no tenemos otro remedio que referirnos a cuestiones de política española a secas. 
Confirmada la sospecha de que nuestros amigos españoles no se enteran por los diarios de la situación que estamos experimentando los latinoamericanos que viajamos a España, la siguiente noticia, aparecida en el diario Clarín, el sábado 16 de octubre pasado, tal vez les permita enterarse de uno de los 600 casos ya registrados en lo que va del año y que competen exclusivamente a argentinos (aunque sospechamos que, en razón de las cuotas fijadas por el Ministerio del Exterior español a la policía aeronáutica, si se considera el total de Latinoamérica, el número debe ser más alto).
 Aquí no se habla de pasajeros clandestinos ni de nada que se les parezca, sino de una profesora becada por el Ministerio de Educación argentino e invitada por una institución española para perfeccionarse profesionalmente por un período previamente pactado de tres meses.
¿De qué manera todo esto se corresponde con el tan cacareado panhispanismo que las mismas instituciones españolas propalan a los cuatro vientos? ¿Se olvidaron ya los funcionarios españoles de cuando Latinoamérica recibía a sus hambreados padres con los brazos abiertos? ¿De qué tipo de gente estamos hablando? ¿Cuál va a ser la hipócrita respuesta oficial a este atropello?

Rechazan a otra argentina en España:
es una docente universitaria.

El Ministerio de Educación de la Nación denunció que por el estrés perdió un embarazo de tres meses. Tenía invitación y una beca, pero en el aeropuerto de Barajas la demoraron y la expulsaron.
Hubo otra expulsión de una argentina en España, aunque en este caso más grave. Se trata de una profesora universitaria invitada por un catedrático ibérico y becada por el Ministerio de Educación argentino. La mujer estaba embarazada de tres meses y, según sostiene, lo perdió a raíz de los trastornos causados por la situación.

Horacio Fazio, director del Colegio Mayor Argentino, casa de la cartera que alberga a alumnos, docentes y profesionales argentinos que visitan o estudian en España, dijo que "es la primera vez, en 40 años que existe la institución en convenio entre ambos gobiernos, que sucede algo así".

El directivo contó que María Cecilia Tonón, profesora de Historia de Universidad Nacional del Litoral, fue "demorada e incomunicada cuatro horas y despachada de regreso en el avión".

Fazio, ex subsecretario de Políticas Universitarias del ministerio de Educación, explicó que la docente "fue invitada por el catedrático de Historia contemporánea, de la Universidad Complutense de Madrid, Julio Aróstegui, en una suerte de intercambio por dos meses". Agregó que "el Gobierno argentino le pagó el viaje de ida y vuelta y la estadía en el Colegio Mayor".

"La invitación a Tonón fue institucional, llevaba mi firma, que como Director del Colegio tengo el rango de 'ilustrísimo', en el marco del programa de Movilidad Docente y Estudiantil del ministerio de Educación, y pensábamos traer a 100 profesores regulares más a España por dos meses", continuó el funcionario argentino.

Consultado sobre los requisitos que le pidieron en Madrid a la profesora, manifestó que "no dijeron nada concreto, le hablaron de una visa como estudiante, y hasta ahora en 40 años nadie pedía una visa para una estadía menor de tres meses y los becados nunca la necesitaron".

Para Fazio, "la estrategia es dejar pasar el tiempo para que vuelva a salir el avión que te trajo y meterte adentro". "Me permito preguntar, ¿quién se hace responsable de tamaña aberración?", sostuvo Fazio, y lanzó: "¿Ante quién hay que reclamar, quién tiene que hacerlo?".

El funcionario señaló que el episodio "nos puso la piel de gallina", ya que supo además que la docente "estuvo cuatro horas demorada e incomunicada en una pieza sin ventanas en el subuelo del Aeropuerto de Barajas (Madrid) por la policía de Frontera". Los efectivos, advirtió, se rieron "constantemente" de la docente.

Tonón, por su parte, en una carta dirigida a Fazio al regresar a Argentina expresó: "Me encontraba en el tercer mes de mi embarazo, posiblemente por los efectos del stress y de los 22.000 kilómetros realizados en tan sólo 36 horas, tuve contracciones y algunas pérdidas al llegar, y mi médico me dictaminó reposo absoluto al menos por 15 días", aunque la gestación se interrumpió ayer.

"A esta situación, le tengo que sumar el desánimo moral y el terror, terror, de que si vuelvo a ir en breve me pase lo mismo, porque me piden no sé qué otra cosa, o porque creen que soy 'peligrosa' si protesto o no sé qué, tengo miedo, sinceramente, estoy con la voluntad quebrada", agregó.

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