viernes, 20 de marzo de 2015

Una vieja revista de libros, ahora en castellano

Ayer, 19 de marzo, Silvina Friera publicó el siguiente artículo en el diario Página 12, donde se habla del lanzamiento de Review, la versión argentina de la New York Review of Books. “La publicación sale cada dos meses y trae una selección de los mejores artículos de la revista estadounidense, considerada una referencia por la izquierda cultural norteamericana, y textos escritos para la ocasión por autores

Con un interés vivo en los libros

El ensayo de ideas o su pariente cercano, el texto periodístico de largo aliento y lectura, padece una especie de proscripción desde que impera el prestigio de la brevedad a través de las redes sociales. Quizá no venga mal recordar cómo empezó hace 52 años The New York Review of Books, una de las revistas que más han contribuido, en el ámbito anglosajón, a la discusión literaria, política, económica y social. Elizabeth Hardwick, integrante del grupo de escritores y editores que impulsaron la publicación junto con Barbara y Jason Epstein y Robert Lowell, denunció que proliferaban “articulitos inofensivos” en las revistas culturales y calificó al periodismo literario de entonces como víctima de una “lobotomía” y sin ningún “interés vivo en los libros”. El primer número salió en febrero de 1963 con artículos firmados por Mary McCarthy, W. H. Auden, Norman Mailer y Susan Sontag; y en sucesivos números se añadirían las firmas de Truman Capote, Hannah Arendt, Gore Vidal y Saul Bellow, entre otros escritores. Ya está en los kioscos del país Review. Revista de Libros, la versión argentina de la emblemática publicación –que saldrá cada dos meses y tendrá una tirada de 15 mil ejemplares–, dirigida por José Natanson y la contribución de Ricardo Piglia y Juan Gabriel Tokatlian en el consejo editorial, con una selección de los mejores artículos de la revista de la izquierda cultural estadounidense y textos escritos para la ocasión por escritores argentinos y latinoamericanos.

“Partimos del diagnóstico de que la prensa cultural atraviesa una etapa de crisis, que es un subproducto de la crisis general de los medios gráficos, pero que tiene su especificidad, un estrés particular, consecuencia de la competencia digital que a menudo lleva a los editores a adaptar los textos a lo que se supone son los nuevos lenguajes, con el resultado de artículos que pierden extensión y aparecen cada vez más intervenidos por recuadros y copetes, minibiografías, fotos y frasecitas”, escribe Natanson en el primer editorial de la Review, que incluye artículos de Paul Krugman sobre la desigualdad en el siglo XXI –su lectura de El capital en el siglo XXI del economista francés Thomas Piketty–, un “trabajo comparativo” de Amartya Sen entre India y China, una crónica de la mexicana Alma Guillermopietro acerca de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa, una formidable lectura de Piglia sobre Sarmiento, Escribir en Cuba en el siglo XXI, de Leonardo Padura, un análisis del futuro de la clase media por el escritor Carlos Godoy y un texto extraordinario de la narradora Joyce Carol Oates sobre Mike Tyson, entre otros.

El principio del ensayo de Oates, autora de esa joyita imperdible que es “Del Boxeo”, es una maravilla para coleccionar. “La vida de un campeón de boxeo tras el retiro trae a la memoria la frase de Karl Marx según la cual la historia se repite primero como tragedia, después como farsa. Aun cuando el boxeador logre retirarse sin recibir heridas de gravedad, no es improbable que los golpes reiterados en la cabeza tengan a largo plazo consecuencias neurológicas, y que la agresión acumulada de un entrenamiento arduo y de peleas ganadas con esfuerzo precipite el deterioro natural debido al envejecimiento; y sin duda es probable que el boxeador haya sido testigo de episodios muy desagradables en las vidas de otros boxeadores, o que incluso los haya causado. Como alguna vez dijo Fritzie Zivic, campeón de peso welter: ‘Estás boxeando, no estás tocando el piano’.”

Natanson cuenta a Página/12 que siempre leyó The New York Review of Books, por Internet o en papel. “Aunque algunos artículos se publicaban sueltos en algunos medios culturales argentinos, no había nadie que seleccionara y sistematizara lo mejor de esa revista y a partir de ahí hiciera una publicación. Negociamos los derechos y decidimos editarla. No pretendemos instalar un canon literario, ni crear un programa de lectura ni ordenar el campo de la crítica literaria. Lo que nos proponemos es más sencillo: elegir lo que nos parece mejor de la Review of Books y agregarle algunos textos interesantes para el lector argentino y latinoamericano”, resume el director, que cuenta con un equipo de editoras integrado por Jorgelina Núñez y Silvina Cucchi, y un equipo de traductores con Ignacio Barbeito, Carlos Díaz Rocca, Leonel Livchits y Dennis Peña a la cabeza. En los próximos números habrá artículos de Naomi Klein sobre el cambio climático, de Timothy Garton Ash acerca del libro de Robert Darnton sobre la historia de la censura, de Stephen King por la novela El jilguero de Donna Tartt, del Premio Nobel Orhan Pamuk sobre John Updike, de John Banville sobre Kafka y de Sergio Ramírez sobre el canal de Nicaragua, entre otros.

“La idea es poner a disposición del lector local un material que no está traducido al español –plantea Natanson–. Una parte de la prensa cultural está muy tensionada por la competencia con las redes sociales. Nosotros publicamos textos largos, de cinco, seis o siete páginas. Sabemos que es una apuesta exótica, pero creemos que hay un público interesado en este tipo de revista. El principal enemigo de una publicación de calidad no es la plata sino el tiempo. El texto de Krugman sobre Piketty tiene como 30 mil caracteres, te lleva un rato leerlo; es el artículo que convirtió a Piketty en un fenómeno del pensamiento económico en el mundo, porque cuando había sacado el libro en Francia pasó medio inadvertido. Krugman escribió el artículo en la Review y a partir de ahí el libro de Piketty se convirtió en el libro de economía más importante de las últimas décadas. Sabemos que vamos un poco a contramano, pero nos gusta el desafío.”








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