El
11 de junio de este año Catalina Gayá
publicó la siguiente entrevista con la traductora rumana Ioana Cornea, en El Periódico,
de España.
"Migrar es traducir, y traducir es una forma de comunicar"
La
encuentro en el Born, en Barcelona, y, sin conocernos de nada, me saluda como
mexicana, de abrazo.
–Estoy entre maletas,
escogiendo qué vestidos me llevo. He estado siete años en Barcelona y el siete
significa cambio, perfección.
–¿Adónde
se va?
–El 28 de junio me voy a
México. Decidí irme a otro país, y a otro continente, cuando tuve uso del
español, que es hace 15 años.
–Vamos
por partes. ¿Cómo llega el castellano a una niña en Rumanía?
–Vengo de una ciudad de 10.000
habitantes del oeste de Rumanía, cerca de Timisoara. Nací en 1985 y en los años
90 se abrió un poco el país.
–¿En
qué sentido?
–A mediados de los 90 llega la
televisión por cable. ¡Y no había ni subtítulos ni doblajes! Por las
telenovelas nace mi pasión por las lenguas extranjeras.
–¿Aprendió
castellano viendo telenovelas?
–¡Telenovelas mexicanas! Hubo
una cadena que se especializó en telenovelas de Televisa y yo las veía durante
horas solo por aprender el castellano. Corazón salvaje me marcó y me acercó a Veracruz. A los 12
años empecé a hablar el castellano.
–¿Por
qué a los 12 años?
–Durante un partido entre el
Barça y el Madrid empecé a traducir al comentarista y mis padres dijeron: «La
niña habla otra lengua». A los 14 o 15 años le dije a mi padre que quería
estudiar castellano y encontró un libro de gramática española y a una
profesora. En un mes estuve al nivel de esa profesora. Entonces ya soñaba con
ir a México. Imagínese que hasta entraba en las agencias de viajes para pedir
el precio de los boletos de avión.
–Desde
Rumanía.
–Era muy difícil juntar tanto
dinero. Por eso me dije: «Vamos paso a paso». Hice la carrera de lenguas
modernas aplicadas en Rumanía y solicité una beca Erasmus a Barcelona. España
está en el medio.
–Viene
por un Erasmus y se va con un doctorado.
–Tras el Erasmus acabé la
carrera en Rumanía y vine a la UPF
para poder estudiar terminología. Hice una maestría en traducción.
–¿Y
el doctorado?
–En el 2011 voy por primera
vez a México y visito Xalapa y Veracruz. Cuando llegué al país tuve muchos
problemas para entrar porque sé mucho de México y también porque soy rumana. Me
llevaron al cuartito de migración y no se podían creer que hablara mexicano,
que supiera tanto de México. Hay mucha trata de mujeres. Es ahí cuando decido
hacer mi tesis.
–Entre
policías...
–Por ser de donde soy, siempre
me ponen problemas. La figura del rumano está muy estigmatizada, así que decidí
hacer una tesis doctoral que sea una propuesta sobre un diccionario bilingüe
español–rumano sobre el derecho de extranjería.
–Nace
de una de una necesidad personal.
–Como rumana, en España
también tuve muchos problemas: negación de la tarjeta sanitaria, no tenía
derechos a nada… Cuando llegué, Rumanía ya estaba en la Unión Europea , pero
había la moratoria del Estado español.
–¿Qué
hará en México?
–Perfeccionarme como persona y
como profesional. Estudiaré un posdoctorado en el centro de enseñanzas de las
lenguas extranjeras, en la
UNAM. Y seguiré desarrollando un diccionario jurídico sobre
migración: migrar es traducir y traducir es comunicar al fin y al cabo.
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