Mercedes Cebrián (izq.) y Yolanda Morató (der.) |
El siguiente artículo fue publicado por el periodista Luis Alemany, en la sección Cultura del diario El Mundo, de España, el pasado 11 de febrero. Se trata de una suerte de síntesis parcial de la discusión que vienen manteniendo Mercedes Cebrián, por un lado, y Yolanda Morató, por el otro, a propósito del supuesto plagio en que habría incurrido la primera, en la nueva edición de Me acuerdo, de Georges Perec, recientemente publicada por el editor y abogado Enrique Redel en su sello Impedimenta. Lo que no dice el artículo es que, luego de haber pedido la mediación de ACEtt, Redel, a instancias de Cebrián, desestimó su propio pedido, de modo que editor y traductora ahora se inclinan en privilegiar la vía legal, si Morató persiste en su pedido. Tampoco se dice que comenzar un juicio por plagio, en España, implica el pago de 6.000 euros, sólo para poner las cosas en movimiento, medida del todo desproporcionada cuando Morató no reclama dinero de la otra traductora o de la editorial, sino solamente el reconocimiento debido. Por fin, nada se dice de la actitud de ACEtt, que, dado el rechazo de Cebrián, en lugar de actuar de oficio para llegar a un juicio independiente que ponga las cosas en su lugar, prefiere esconder la cabeza en la arena, alegando que “La junta de ACE Traductores considera que en casos como estos el papel de la Asociación no puede ser otro que éste: ofrecer a las partes sus servicios jurídicos y, si la desean, su mediación de buena voluntad, y no adoptar ninguna otra medida hasta que una instancia con competencias para ello determine de modo fehaciente la veracidad de las acusaciones. Cualquier otra cosa no sería una defensa sino una toma de partido”, argumento falaz que demuestra palmariamente en qué consiste la defensa que esa institución, que preside Carlos Fortea, les ofrece a sus asociados.
Yolanda Morató reprocha a Impedimenta y Mercedes Cebrián un supuesto plagio
en la traducción de Me acuerdo, de Perec
Yolanda Morató, profesora universitaria y traductora literaria, busca
estos días el reconocimiento de lo que ella considera un plagio en la nueva
edición de Me acuerdo, de Georges Perec,
publicada por el sello Impedimenta y traducida por la escritora Mercedes
Cebrián.
Un
poco de contexto: hace 10 años, Morató tradujo para la editorial Berenice Me acuerdo, un libro construido a base de pinceladas
de memoria, frases sencillas del estilo de "me acuerdo de Malcolm X. Me
acuerdo de la época en la que se llevaban las camisas negras". Ahora,
Impedimenta ha lanzado una nueva edición de esos souviens traducidos de nuevo. El problema es que Morató al
revisar la nueva versión, ha encontrado similitudes que la llevan a pensar que Impedimenta y
Cebrián han copiado su trabajo de hace 10 años.
El texto de la
contracubierta de la nueva edición, por ejemplo, incluía frases procedentes del
prólogo que Morató escribió hace 10 años para Berenice... sin acreditar:
"El editor dice que usó el prólogo de Yolanda Morató en el texto de la
contracubierta, y sin citarla, porque lo sacó de la Wikipedia. Que un editor se
fíe de la Wikipedia ya es delicado, pero vamos a echar un vistazo allí. En
efecto, en la entrada sobre Perec y Me acuerdo se define el libro como "un viaje
a la memoria colectiva de un país", pero se añade una nota que lleva al
lugar de donde se tomó el eslogan: el prólogo de Morató. En este punto, parece
que la Wikipedia es más fiable y profesional", explican en un correo el
representante de Morató.
Sus
reproches se dirigen no sólo al editor; también a la traductora y, más
específicamente, con las notas que ha incluido en la versión de Impedimenta: En
el Me acuerdo de
Berenice había 63 notas que, a su vez, remitían a las fuentes que las
justificaban. "Cebrián considera que con 45 bastan, y en ninguna de las 45
notas cita a nadie. Lo cierto es que de estas 45, 34 coinciden con la edición
anterior y la
mayoría de ellas con una redacción tan semejante que es inesquivable
preguntarse si en vez de investigar por su cuenta no se ha limitado a copiar las
notas de la edición de Morató y corregirlas allí donde había una falla o
agregar algún detalle para que no fuesen idénticas".
Desde
el entorno de Morató se ponen ejemplos concretos, suficientes como para que la Asociación de
Traductores, dirigida por Carlos Fortea, publicara "un
comunicado en el que mostraba su preocupación y se ponía al servicio tanto de
la editorial como de las traductoras". Volveremos mas adelante.
La
defensa: Enrique Redel, editor de Impedimenta, manifiesta su disposición a
escuchar los argumentos de Morató, e insiste en su confianza en Mercedes
Cebrián, que ya había traducido tres títulos de Perec para el sello: "No tenemos por
qué dudar de la profesionalidad de Mercedes en este caso, como no dudamos de la profesionalidad
del resto de nuestros traductores". Pero: "No obstante, Impedimenta,
habida cuenta de las opiniones que han circulado, ha encargado un estudio
independiente por parte de un experto de reconocido prestigio. Obviamente,
hasta que no obtengamos los resultados de dicho informe, no consideramos
prudente manifestarnos en ningún sentido respecto al fondo del asunto".
¿Y
Cebrián? La traductora también ha expresado su versión: "Las fuentes con
las que he contado para realizar mi trabajo son todas las que la anterior
traductora pudiera haber tenido a su disposición (libros y artículos de autores
franceses sobre esta obra de Perec, diccionarios específicos de coloquialismos,
foros de traducción, hemerotecas digitales etc.), e incluso algunas más, ya que
mi traducción la he realizado años después. Los recuerdos de Perec se centran
principalmente en cultura popular francesa de los años 50 y 60: es muy sencillo
acceder a esta información, pues no se trata de referencias crípticas para
eruditos. Cuando son referencias más literarias (por ejemplo, Perec recuerda un
poema del escritor inglés Wordsworth, pero lo cita con errores), creo que
resulta obvio decir que hallar hoy en día esta información está también al
alcance de cualquiera".
Es
decir: si sus notas se
parecen es por la razón de que Cebrián y Morató han empleado las mismas fuentes para hacer su mapa del Me acuerdo de
Perec. Fuentes que son conocidas y están en las bibliotecas, que no son ningún
secreto, según Cebrián. "No le pertenecen a Morató ni a nadie".
Cebrián
ha rechazado la mediación porque no cree que haya nada que mediar. "Mi
postura es inamovible". A cambio, es pregunta por qué Morató no presenta
una denuncia que acabe con la sensación de indefensión ante "los juicios
de Facebook" que, en su opinión, ha emprendido su colega.
una cosa me preocupa. el editor ha tomado la decisión nuevamente unilateral de encargarle un peritaje o revisión o lo que fuere a un especialista de su elección. y, como si esto abriera un nuevo escenario, muchos colegas están, al menos así lo dicen, a la espera de este veredicto para significarse. a mi entender, el escenario sigue siendo el mismo: no se están facilitando las cosas para una resolución objetiva e imparcial del caso.
ResponderEliminarpor qué esperar el veredicto de un especialista nombrado por una sola de las partes, precisamente, además, la menos interesada en que la acusación se demuestre? vamos a permitir que esa opinión decante las nuestras? qué nos hace pensar que una editorial que aceptó y publicó la traducción y luego echó humo sobre la presunción de plagio va a proceder, de pronto, noble e imparcialmente y solicitar una evaluación objetiva de la que luego ya no podrá desentenderse? desde cuando el acusado se juzga a sí mismo o decide qué tribunal debe hacerlo? una cosa es respetar la presunción de inocencia y muy otra aceptar el descaro.
deberíamos someter el caso ya mismo a un estudio serio y riguroso que dictamine de la manera más independiente (y no onerosa) posible lo que ha ocurrido con ambas traducciones de "me acuerdo" antes de que esto se convierta en un linchamiento absurdo en cualquiera de las dos direcciones. ni morató ni cebrián ni nuestra sufrida profesión se lo merecen.