jueves, 17 de junio de 2021

Libros de autores japoneses en editorial argentina

 


El pasado 16 de junio, Silvina Friera publicó en Página 12, el siguiente artículo sobre la colección Bosque de bambú –dedicada a la literatura japonesa–, de la editorial argentina También el caracol, dirigida por Mariana Alonso y Miguel Sardegna. En la bajada puede leerse: “El sello independiente argentino publicó exquisitos libros de autores poco conocidos fuera de su país, como Riichi Yokomitsu, Sakunosuke Oda y Rintarō Takeda, además de una interesante antología de literatura proletaria japonesa: Bajo un cielo oscuro cargado de nieve”.

Una colección dedicada a la literatura japonesa

Hay momentos en que el deseo de construir puentes entre Argentina y Japón se transforma en una necesidad que se puede materializar. También el caracol, una editorial que combina la publicación de literatura japonesa inédita en castellano y narrativa argentina, surgió a mediados de 2018 de la mano de la editora y traductora Mariana Alonso y el abogado y escritor Miguel Sardegna. El nombre de la editorial que ha rescatado a Riichi Yokomitsu, el maestro de Yasunari Kawabata, es el verso de un haiku de Shiki, que vivió entre 1867 y 1902, un tiempo de declive de la poesía clásica japonesa. “Las viejas formas se habían estancado y las nuevas maneras que venían de occidente amenazaban imponerse. En ese contexto, Shiki sostenía que era necesario dejar de lado ciertas prácticas, como el recurso de evocar otros poemas. Concebía la poesía como la pintura de un instante y proponía basarla en la propia experiencia –cuenta Alonso–. Irónicamente, pasó sus últimos meses postrado en una cama con tuberculosis. Habiendo construido su teoría sobre la experiencia, de pronto vio la suya reducida a cuatro paredes. El poema que nos da nombre es uno de los últimos que escribió: ‘con la cabeza erguida/ también el caracol/ se me parece’”.

A Alonso y a Sardegna –director de la colección “Bosque de bambú”, dedicada a la literatura japonesa– les gusta “ese gesto de estirar el cuello para intentar mirar lo que sucede afuera, en el jardín”. “Hay algo de dignidad y de resistencia, que nos conmueve y, muchas veces, nos hace llorar”, reconoce la editora y traductora de También el caracol, que en 2018 sacó el primer libro de la colección de narrativa argentina, la primera novela de Karina Sacerdote, Monoblock. En marzo de 2019, salió el primer título de literatura japonesa: La primavera llegó en un carro tirado por caballos, los cuentos de Riichi Yokomitsu (1898-1947), un autor poco conocido en Argentina, contemporáneo de Kawabata, traducido directamente del japonés por Masako Kano, Gabriela Occhionero y la propia Alonso. “La editorial y los libros que publicamos son un reflejo de quienes somos nosotros. Somos argentinos, amamos la literatura y nos apasiona la cultura de Japón. Era inevitable que surgiera esa combinación, así lo concebimos desde un principio. Los puentes entre las dos colecciones se construyen sin quererlo, se dan naturalmente a partir de nuestro gusto como lectores y de lo que buscamos o nos conmueve al momento de elegir una obra”, plantea Alonso a Página/12.

Todos los libros de literatura japonesa cuentan con un estudio preliminar de Sardegna. Los textos de la contratapa tienen distintos autores. En el caso de la contratapa de La primavera llegó en un carro tirado por caballos el autor es el escritor Martín Felipe Castagnet. “En el cuento que da título a este libro, un gato callejero entra a un estudio y ocupa el lugar que dejó la tortuga. Así nos ocurre con Riichi Yokomitsu, que con cinco relatos se cuela, tan desconocido como despreocupado, por entre los grandes sabios para reclamar el espacio que por derecho también le pertenece –advierte Castagnet–. Yokomitsu carece de misericordia, pero sus personajes están plenos de compasión; paranoia y generosidad van de la mano. La primavera llegó en un carro tirado de caballos es un libro conmovedor, casi epifánico, sobre los padecimientos ajenos y propios, muchas veces autoinfligidos”. Castagnet elige una frase magnífica, escrita por Yokomitsu, para ejemplificar su interpretación: “Había decido probar esos sufrimientos como la lengua prueba el azúcar, para mirarlos con la luz total de todos los sentidos”.

Alonso revela que la puerta de entrada a Japón fue la literatura, y en especial Kawabata (1899-1972). “Kawabata, como muchos otros escritores, consideraban a Yokomitsu un maestro. En realidad, fue más que eso, fue considerado un bungaku no kamisama, ‘un dios de la literatura’ –explica la editora y traductora–. Hace un tiempo dábamos un seminario de literatura japonesa en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, y cuando leíamos a Kawabata sentíamos siempre la necesidad de hablar también de su amigo Yokomitsu. Pero no había nada suyo traducido al castellano, compartíamos la pena con nuestros alumnos, y no había mucho más que se pudiera hacer. Pasados más de quince años, cuando decidimos crear También el caracol, la situación de Yokomitsu no había cambiado. La historia no fue justa con su literatura, nos gusta pensar que estamos haciendo algo para cambiar eso”.

También el caracol ha publicado en la colección de narrativa argentina El cristo roto, de Marcelo Rubio; En la semilla ya está el aroma, de César Díaz; 33 rpm, de Juan Guinot y Las comadrejas no existen, de María Marcela Vicente. “Bosque de bambú” se completa con La canción del arrozal (ranas, cigarras, libélulas, mariposas, luciérnagas y grillos en la poesía japonesa), de Lafcadio Hearn (1850-1904), un irlandés de nacimiento nacionalizado japonés, enamorado de su país adoptivo; Bajo un cielo oscuro cargado de nieve, una antología de literatura proletaria japonesa que incluye a Yoshiki Hayama, Denji Kuroshima, Teppei Kataoka, Takiji Kobayashi, Yuriko Miyamoto, Kensaku Shimaki; El signo de los tiempos, de Sakunosuke Oda (1913-1947) y La ópera japonesa de los tres centavos, antología de cuentos de Rintarō Takeda (1904-1946).

“Todavía nos sentíamos de estreno cuando comenzó la pandemia”, recuerda Alonso. “El primer mes fue de mucha incertidumbre. Pero nos propusimos salir de todo esto mejor de lo que habíamos entrado. Y creo que lo venimos logrando. Seguimos con nuestro plan editorial, fortalecimos nuestros vínculos con los lectores y sumamos cada día nuevos proyectos. Para eso fue clave también la presencia en las redes. Desde Instagram armamos una verdadera comunidad, desde donde estamos en diálogo constante con nuestros lectores. Disfrutamos mucho ese espacio de charla e intercambio”. Para este año la editora y traductora anticipa que en agosto También el caracol publicará un nuevo libro de Lafcadio Hearn, “ese occidental que se nacionalizó japonés y ve con nuestros mismos ojos de extranjero un mundo que desconoce y lo hechiza”, y para fin de año llegará a las librerías un segundo libro de cuentos de Yokomitsu, Cabezas y vientre.

Alonso subraya que desde la colección de narrativa argentina buscan “aportar voces potentes que reflejen visiones distintas del mundo”; con las publicaciones de literatura japonesa se proponen dar a conocer autores inéditos en castellano, ampliar el abanico posible de lecturas. “Sentimos que hay un universo enorme de autores japoneses desconocidos, auténticos tesoros que se merecen un lugar en nuestro idioma y en nuestra biblioteca –reconoce la editora–. Lo hacemos desde nuestro lugar como argentinos y latinoamericanos, con traducciones más cercanas a nuestro castellano. Esperamos estar contribuyendo a fortalecer la traducción y la edición de la literatura japonesa que tanto nos gusta”.

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