viernes, 1 de mayo de 2020

Despacio, las librerías vuelven a trabajar... un poco


El 27 de abril pasado, Gustavo García publicó en las páginas económicas del diario La Prensa, de Buenos Aires, el siguiente artículo. Por curioso que parezca para la sección, la bajada dice lo siguiente: “Ser un buen lector es una cualidad que cotiza en estos tiempos de prolongado encierro. La afición hacia los libros, a ese otro mundo que se abre con cada historia, se ha convertido en una maravillosa vía de escape de esta tediosa cuarentena con ribetes de perpetuidad”.

El despertar de las librerías

Para los amantes de la literatura leer no es un pasatiempo sino una necesidad. De allí que el Gobierno haya permitido hace un par de semanas la actividad comercial de las librerías bajo la modalidad de venta on line o telefónica. Los locales están cerrados para la atención al público y, si bien el cliente se pierde el incomparable placer de rebuscar libros en los estantes, al menos puede adquirir títulos nuevos a distancia y seguir nadando en esas misteriosas aguas.

Tras un mes de inactividad, las librerías se quitaron el polvo de encima y se pusieron a trabajar. Las grandes cadenas, con su arsenal de títulos y géneros diversos, pero también las pequeñas librerías de barrio, que cuentan con el invaluable factor del trato personalizado, eso de conocer al vecino, ya están trabajando a destajo.

Las experiencias, por tamaño, ubicación geográfica y características propias de los clientes, son disímiles. Por lo pronto, Yenny y El Ateneo comenzó la venta a puertas cerradas en todo el país con envío en los locales de El Ateneo Córdoba, El Ateneo Florida 340, El Ateneo Florida 632, El Ateneo Grand Splendid, El Ateneo Juramento, El Ateneo La Plata, El Ateneo Rosario, El Ateneo Tucumán, Yenny Caballito, Yenny Comodoro Rivadavia, Yenny Flores, Yenny Jujuy, Yenny Lomas de Zamora, Yenny Mendoza (Centro), Yenny Paraná, Yenny Resistencia y Yenny Salta (Centro).

Para la compra a distancia, el cliente puede consultar en http://bit.ly/3cE0cib. Por otra parte, Tematika sigue funcionando con envío a todo el país a través del WhatsApp +5491128859431 o al mail librerias@tematika.com. La empresa utiliza como medios de pago el efectivo y Mercado Pago. Los gastos de envío son bonificados en compras superiores a $800 en un radio de 1 kilómetro y en compras superiores a los $1.600 en un radio de 2 kilómetros. El esquema de ventas tiene vigencia hasta el próximo 2 de mayo.

Una estrategia similar ha desarrollado Cúspide en sus principales locales. A través de su sitio web tiene disponible todo el catálogo que usualmente pone a disposición de los lectores en tiempos de puertas abiertas. Las consultas para la compra de libros on line pueden ser enviadas a ventas@cuspide.com, o al (54) 11 5237 1105. La atención es de lunes a sábado de 9 a 19. Ofrece todos los medios de pago, además de su ya clásica tarjeta CúspideMax.

En los barrios el negocio tiene otras características. Allí el librero suele tomarle el pulso al cliente, conoce sus gustos a partir de las ventajas que trae aparejadas el trato personalizado. En Recoleta la librería Norte trabajan contrarreloj para devolver las consultas que los lectores realizan vía mail, Instagram, Facebook y WhatsApp, en el contexto de un número reducido de personal debido a las restricciones a las que obliga la pandemia.

“Ahora tenemos un equipo reducido que trabaja de 11 a 17, lo que significa que la fuerte demanda debe ser atendida en menos tiempo y por menos gente –y explica Sandro–. Creció mucho la demanda. Ocurre que el que es lector no deja de leer nunca. Las personas que leen mucho por ahí compran todas las semanas. Un mes con las librerías cerradas implica que los lectores estén necesitados de comprar títulos nuevos”.

El vasto circuito de las librerías comenzó a moverse lentamente, saliendo del letargo. “Empezó a funcionar también la otra pata del negocio del libro, que son las editoriales. Nosotros arrancamos primero, vendiendo el stock, y luego ellos también gestionaron los permisos y comenzaron a distribuir. Hay muchos libros nuevos. Por ejemplo, el viernes recibimos Los diarios completos de Sylvia Plath. Hay muchas novedades de abril que no pudieron ser entregadas por la cuarentena”.

Norte atiende pedidos en el whatsapp 54 11 55895828, en el mail info@librerianorte.com.ar o en www.instagram.com/libreria.norte. Realiza envíos gratis dentro de la Ciudad de Buenos Aires a partir de compras superiores a los $ 3.000 o si la venta se realiza en un radio de 15 cuadras. Sino el costo del envío es de $ 200.

Claro que las librerías no obtienen en el canal virtual el mismo volumen de ventas que logran normalmente, con los locales abiertos al público. En el barrio de La Paternal está Frida, un clásico sobre la avenida San Martín (teléfono 4582-2482). Leticia, su dueña, cuenta que poco a poco se han comenzado a mover las ventas, pero que esto igualmente está lejos de ser una reapertura comercial.

 “Se vende algo, pero en comparación a los tiempos normales es casi nulo. Son ventas simbólicas. Una de las claves es tener muchas cosas baratas publicadas”.

La realidad es más dura para estos negocios en materia de obligaciones contractuales. “No nos encuadramos en ninguno de los beneficios que otorga el Estado, no tenemos ninguna quita de impuestos. Lo único es sacar un crédito, pero yo soy autónoma y eso no me parece ningún beneficio. Además hay que afrontar el pago del alquiler. Eso se puede negociar con el propietario, pero igual lo estás debiendo. Arrancamos dos meses atrás en todo. Y a eso hay que sumarle pagarle a la Afip, la luz y demás”.

La Cámara Argentina del Libro no es ajena a esta situación y a comienzos de abril emitió un comunicado en el cual se le solicitaba al Gobierno “una serie de medidas en apoyo al sector editorial”. El documento señala que “entre las acciones sugeridas por la Entidad se encuentran la declaración de la emergencia del sector, la instrumentación de financiamiento, la facilitación de los tramites REPRO, la ejecución de los presupuestos de compras institucionales, la puesta en marcha de líneas de crédito especiales y la suspensión temporal del pago de cargas patronales, entre otros temas”.

Y culmina firmando que “como es de público conocimiento, se espera que esta pandemia dure varios meses afectando proyectos de producción y actividades culturales claves para el sector, generando un daño significativo a una industria que, desde hace ya cuatro años se encuentra atravesando una de sus mayores crisis”.

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