El mismo 11 de mayo, Juan Luis Ramos firma una nota en El Sol de México, reproducida en El Sol de San Luis, de San Luis Potosí, donde también se ocupa de la crisis
del sector. La bajada, que vincula el problema con el cierre de las librerías,
señala que “Hasta antes del brote de la pandemia y el confinamiento social en
México, 96 por ciento de las ventas de la industria se realizaba en librerías”.
Entre 60 y 70 sellos editoriales, en riesgo de quiebra
El cierre de establecimientos y la crisis económica
causada por la pandemia del coronavirus Covid-19 agravan la difícil situación
que ya enfrentaba la industria editorial, lo que pone en riesgo de quiebra a
entre 60 y 70 sellos.
Se trata de empresas de todos tamaños,
desde pequeñas, medianas e incluso grandes, dijo a El Sol de México el presidente de la Cámara Nacional de la
Industria Editorial Mexicana (Caniem), Juan Luis Arzoz.
“Hay varias en riesgo de desaparecer al no tener
ventas y ser frágiles en sus finanzas. Incluso las editoriales no tan pequeñas
la están pasando mal”, señaló el directivo en entrevista telefónica.
Arzoz comentó que el principal problema al
que se enfrenta la industria es el cierre de librerías, cuya actividad no se
considera como actividad esencial.
Hasta antes del brote de la pandemia y el
confinamiento social en México, 96 por ciento de las ventas de la industria se
realizaba en librerías.
Según datos de la Caniem, en la semana 17
del año (la penúltima de abril) las ventas de libros se desplomaron 50 por
ciento a tasa anual, mientras que en comparación con la primera semana de 2020
la caída fue de alrededor de 20 por ciento.
“La caída es dramática. Entre enero,
febrero y principios de marzo había un crecimiento de cinco por ciento en las
ventas de libros, lo cual es bueno para un mercado estable como el de México.
Pero a mediados de marzo se dio el golpe”, comentó Arzoz.
En el acumulado de los cuatro primeros
meses del año, la comercialización de libros había disminuido 11 por ciento
respecto al mismo periodo de 2019, según datos de Nielsen Bookscan México.
De acuerdo con datos de la compañía de
medición de ventas de libros, que registra las operaciones en más de mil 700
puntos en México, a partir del cierre de las tiendas se han dejado de
comercializar 200 mil ejemplares cada semana.
La crisis ha provocado que editoriales como
Penguin Random House cancelen la publicación de novedades.
Roberto Banchik, director general del sello para
México y Centroamérica, comentó que de un promedio de 60 a 70 novedades que se
publicaban al mes pasaron a cero en abril y mayo.
El directivo apuntó que la preocupación
principal de la mayoría de las editoriales ha sido proteger el empleo y el
salario de sus colaboradores.
“Para algunos es más complicado que para
otros, y no depende del tamaño de la editorial sino del flujo de efectivo que
tenían en caja antes de la crisis”, explicó.
Ese elemento, el efectivo en caja, dijo,
será la diferencia entre las editoriales que sobrevivan y las que vayan a la
quiebra a causa de la pandemia.
Tal como sucede en otras industrias, la
gran mayoría de las 260 editoriales afiliadas a la Caniem son empresas pequeñas
y medianas.
Eduardo Rabasa, miembro del Consejo
Editorial de Sexto Piso, contó que para esta empresa ha sido complicado “hacer
malabares” para mantener los puestos de trabajo y salarios de su nómina.
La cancelación de ferias y eventos
literarios planeados para estos meses ha provocado que los ingresos de la
editorial se corten de tajo entre 80 y 90 por ciento.
Además, subrayó el riesgo de que con la contracción de
la economía y la pérdida de millones de empleos que se espera para este año, la
venta de libros continúe a la baja al menos este año y se precarice aún más la
economía del sector.
“El libro no es un bien de primera necesidad. Como todo
bien cultural no es algo que la gente va a correr a comprar. Las editoriales
medianas y pequeñas vivimos al día (…) Nos las estamos viendo negras porque no
tenemos ahorros, es muy difícil pensar en una cultura de ahorros en esta
industria”, comentó.
En el caso de Sexto Piso se han pospuesto al menos
entre ocho y 10 lanzamientos que tenían previstos para estos meses, pero la
cifra se puede ampliar si la contingencia se extiende.
Sin embargo, Rabasa destacó la comprensión
por parte de algunos proveedores y de autores que han comprendido el retraso en
pagos y en publicaciones.
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