Si la situación de los traductores literarios siempre está
al borde de la catástrofe, en el caso de los correctores, la catástrofe es su
modo de vida. Por eso, en las raras ocasiones en que se tornan visibles, vale
la pena prestar atención. Es el caso del I Concilio Nacional de Correctores de
México, cuyo buen programa es digno de destacar (http://peac.org.mx/3/2/5/).
También, la buena labor que realiza PEAC –siglas que nombran a la asociación
mexicana de Profesionales de la
Edición (ver http://peac.org.mx)– por los correctores de ese país. De hecho, PEAC fue la
entidad que organizó el II Congreso
Internacional de Correctores de Español, con
un excepcional elenco latinoamericano, experiencia que sirvió para detectar los
tintes sectarios y espurios que han pretendido marcar el rumbo de estos eventos
allende los mares, distanciarse de ellos y concentrarse en el trabajo de ámbito
nacional. Cabe añadir entonces que, entre las
entidades que aglutinan correctores y otros profesionales de la edición en
Latinoamérica, los mexicanos son de los pocos que no sucumben a los espejismos
españoles, y siguen su propio camino y su programa de trabajo por el interés
común de los profesionales en México.
Siguiendo esa lógica, es
reseñable el hecho de que PEAC no sólo no participe en el III Congreso Internacional
de Correctores de Español (http://diarioalmomento.com/ noticias?NT=30287)
que se celebrará en Madrid el 25 y 26 de octubre próximos (con la llamativa y
elocuente ausencia de eminentes correctores y maestros del mundo de la letra), sino
que además haya convocado su concilio nacional de correctores en las mismas
fechas que tiene lugar el congreso madrileño.
Las razones tal vez habría que buscarlas en lo irrelevante e incongruente del programa madrileño, a menudo absurdamente ridículo, como cuando dicen que contarán con “profesionales de la publicidad, del derecho, de la banca, de la ingeniería, de la automoción, de la consultoría...”. Qué detrás de estas burradas esté la entidad organizadora española, UniCo ( http://www.uniondecorrectores. org/), vinculada por su presidente Antonio Martín (ver entrevista en http://nuevobestsellerespanol.blogspot.com.es/2013/12/entrevista-antonio-martin-la-vision-de.html),
a Cálamo & Cran,
una empresa de la que es co-propietario, abocada a la formación de traductores,
correctores y editores, de muy bajo perfil académico, quizás explique algo. Y
que ésa empresa se haya ido posicionando en España, poniéndose al servicio de
las entidades de normalización del castellano como RAE y la Fundéu , tal vez explique
todo.
Las razones tal vez habría que buscarlas en lo irrelevante e incongruente del programa madrileño, a menudo absurdamente ridículo, como cuando dicen que contarán con “profesionales de la publicidad, del derecho, de la banca, de la ingeniería, de la automoción, de la consultoría...”. Qué detrás de estas burradas esté la entidad organizadora española, UniCo ( http://www.uniondecorrectores.
Está todo dicho. Sin duda alguna: ¡Que viva México!
ResponderEliminarSaludos desde Montevideo (Uruguay)
Sería bueno que estuvieras cerca de UniCo para que conocieras de primera mano su propósito de construir y de aunar voluntades. Bastantes obstáculos encontramos ya en el camino como para, además, gastar energías en rencillas estériles.
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