El CV de François Ost (Bruselas 1957) es, por lo menos,
curioso: dramaturgo, filósofo y jurista, se ha dedicado al
estudio de las relaciones entre Derecho y Literatura, así como Derecho y medio ambiente. Su formación de base es el latín y el griego, pero
luego asistió al University College de Londres, donde se licenció en Filosofía
y Derecho Económico, doctorándose posteriormente en Derecho. A estas
disciplinas corresponden la mayoría de sus libros. Pero en 2009, publicó
Traduire. Défense et illustration du
multilinguisme, un libro que que, con el título Traducir. Defensa e ilustración del multilingüismo, en traducción
de Yenny Enríquez, publicó el Fondo
de Cultura Económica en 2019 y que se acaba de distribuir en la Argentina.
En su Prólogo se lee: “El objetivo de este libro […]
es el de proceder, de manera sistemática y con un genuino convencimiento, en “defensa
e ilustración” del multilingüismo y la traducción. No a modo de un destino con
el que hay que conformarse, como quien se resigna a su suerte, sino como la
búsqueda de una camino que hemos seguido cada vez que hemos sido capaz de
mostrar apertura, libertad y creatividad. El multilingüismo es una opción, una
oportunidad única de enriquecer nuestra concepción de lo universal, y la
traducción, lejos de ser una simple técnica auxiliar de comunicación, podría
ser más bien el paradigma que necesita nuestro mundo para comprenderse y
abordar sus mayores desafíos”.
Más adelante, se amplía la idea: “Parece haber llegado
el momento de experimentar una suerte de ‘revolución copernicaca’ en materia de
lenguaje, y de constatar el desplazamiento del paradigma comunicativo hacia el
paradigma de la traducción. Este libro busca contribuir a la consolidación y
profundización de este paradigma traductivo. No obstante, debido a la inercia
del modelo comunicativo dominante, a su apego a los fantasmas babélicos y a su
vínculo con poderosos intereses económicos y políticos (el lenguaje único de la
publicidad y la propaganda), la promoción del multilingüismo y de la
traduccióna mechas veces se ve en envuelta en uan polémica, como suele
observarse en un contexto de confrontación entre paradigmas rivales. Por eso, y
desde un principio, asumimos una serie de verdades paradójicos que funcionarán
como hilo conductor de esta obra y como muestra de reconocimiento de los
pasajeros del arca [de Noé] frente a los huéspedes de la torre [de Babel]”.
Acto seguido, Ost despliega esas paradojas:
“-el episodio de Babel (Génesis, XI) relata un
acontecimiento afortunado; la mulplicidad de las lenguas es una bendición;
“-las lenguas naturales son mucho más universales que
las supuestas ‘lenguas perfectas’ que pretenden abolir Babel;
“-la traducción se realiza primero y sobre todo en el
interior de cada una de las lenguas, antes de operar en sus fronteras;
“-lo intraducible es la condición que hace posible la
traducción y no la causa de su fracaso; del mismo modo, lo único que en verdad
se puede comparar es aquello que es incomparable;
“-la traducción es escritura por pleno derecho porque
el original simpre es, en mayor o menor medida, de segunda mano;
“-no hablamos necesariamente de comunicar, y mucho
menos para comunicar información verdadera;
“-si es cierto que hay que olvidarse de la traducción
perfecta, la creatividad será entonces la característica de las traducciones
fieles;
“-‘la lengua de Europa es la traducción’; el multilingüismo
es una ventaja y no un obstáculo para Europa;
“-la traducción permite acceder, en el plano ético, a ‘sí
mismo como otro’, más que al otro como alter
ego. De ese modo, se protege de sus tendencias asimilativas y hegemonistas.”
El libro, según refiere el autor, está dividido en
siete etapas y 11 capítulos, donde se vuelve a examinar el mito de Babel, las
definiciones de traducción, el supuesto fracaso de la traducción, la
invisibilidad del traductor, la reducción léxica, el taller del traductor, la
manera en que la lengua de llegada acoge al texto de salida, la relación de los
Estados con el multilingüismo, etc.
Se trata, sin duda, de una herramienta de valor que
aporta nuevos elementos a la reflexión sobre el valor de la traducción y abre
muchas puertas para la discusión.
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