Con el rigor al que nos tiene acostumbrados, Marietta Gargatagli escribió el siguiente artículo y nos lo envío. Trata sobre el padre de Borges y un aspecto poco conocido de su labor intelectual. Al final del texto, se ofrece la versión castellana del texto traducido.
Jorge Guillermo Borges, traductor
Se trata de un manuscrito firmado por “Jorge Borges”, en enero de 1914, un mes antes de irse a Europa con toda la familia en el Sierra Nevada de la compañía Norddeutscher Lloyd de Bremen. Es la traducción de la primera versión (1819) de la balada “La Belle Dame sans Merci” en cuatro folios, quizás papel de seda, ahora “ligeramente dorado” (cito el anuncio de venta) y vale 5000 €. La traducción es una belleza absoluta.
En el original, la balada tiene doce estrofas de cuatro versos con un esquema de rima ABCB. Jorge Guillermo Borges mantuvo el número de estrofas y de versos y alteró a veces el esquema de la rima. Introdujo la casi uniformidad del endecasílabo que, junto al frecuente hipérbaton, da a la traducción la melodía del castellano clásico. La naturalidad del idioma desliza suavemente a los oídos del lector la magia de las baladas inglesas, una magia incompleta aunque no menos hermosa. Desaparecen las hadas del original, permanecen los juncos, los lirios y las rosas y la sensualidad entristecida por la femme fatale, quizás más furiosa que en inglés.
De Jorge Guillermo Borges quedó sólo la traducción de las Rubaiyat de Aboul-Fath-Omar ibn Ibrahim el Khayyam (1051?-1123) de la versión de Edward Fitzgerald. Según Edwin Williamson, hizo esta versión en Mallorca (en el verano de 1919 o de 1920) cuando la intensa belleza de la isla barrió la melancolía de la guerra y de la vida ginebrina. Williamson siempre va un poco más allá y sostiene que en esos días de estío también recuperó la pasión amorosa por su mujer y que la traducción lo refleja.
Aunque Edward Fitzgerald (1809-1893) no fue un erudito en el sentido estricto de la palabra, alcanzó la popularidad gracias a sus traducciones del persa. La versión de Khayyam apareció en 1859, de forma anónima; rápidamente se multiplicaron las reediciones, la fama, y el texto se convirtió en uno de los grandes clásicos de la literatura inglesa. Como ocurrió con Las mil y una noches de Antoine Galland, la versión fue traducida a otras lenguas. En la Argentina, son deudoras del poeta irlandés las traducciones de Carlos Muzzio Sáenz Peña (Talleres de Joaquín Sesé, 1914) y Joaquín V. González (Sopena,1926). Y probablemente vertidas del original las de José Guráieb (Universidad de Córdoba,1959) y Cristovam de Camargo (Losada, 1961). La de Jorge Guillermo Borges fue publicada tres veces: algunas estrofas en Gran Guignol (Sevilla, 1920), completa en dos números de Proa (Buenos Aires, 1925) y bastantes años después en La traducción literaria. Antología del poema traducido de Lysandro Z. D. Galtier (1965).
Mientras la traducción de Carlos Muzzio Sáenz Peñarecibió elogios de Rubén Darío, La Nación, Buenos Aires, 21 de agosto de 1914), no existe juicio crítico sobre la del padre de Borges, salvo el artículo de Borges hijo que acompañó la primera publicación extensa.
Lamento el silencio porque, en las dos traducciones, la de Khayyam y la de Keats, la lengua castellana alcanza una delicadeza extraordinaria que no siempre tiene, una sutileza que no está del todo en la prosa ni de El caudillo (que pude leer completo) ni en La senda (del que conozco fragmentos).
Se diría que “La Bella Dame sans Merci” no se publicó en ningún lado ni tampoco se conocen otras traducciones de Jorge Guillermo Borges. Como su hijo, no era un traductor del todo fidedigno. Si buscamos fidelidad lo mejor es el original y si nos gusta leer lo importante es la belleza de lo que estamos leyendo. La belleza (con hadas o sin hadas) es una magia permanente. Sublime, magnífica e intensa. Con palabras de Emily Dickinson: “si yo siento como si, físicamente, me volaran la cabeza, sé que es poesía” (M.H. Abrams. El espejo y la lámpara. Teoría romántica y tradición crítica, Barral, 1975, p-246).
Datos biográficos
Jorge Guillermo Borges (Paraná, 1874- Buenos Aires, 1938) fue abogado, secretario de un Juzgado Nacional en lo Civil hasta su jubilación, escritor, profesor y fundador (1904), junto a su tía Caroline Haslam de Suarez del Profesorado en Lenguas Vivas (hoy en la antigua casa Saavedra Zelaya, Carlos Pellegrini 1455) de Buenos Aires.
Referencias sobre “La Belle Dame sansMerci.”
https://www.poetryfoundation.org/poems/44475/la-belle-dame-sans-merci-a-ballad[Una curiosidad
https://www.ucm.es/data/cont/docs/119-2014-03-07-Keats.LaBelleDameSansMerci.pdf [Otra versión en castellano]
https://en.wikipedia.org/wiki/La_Belle_Dame_sans_Merci [Información enciclopédica interesante]
¿Qué mal os rinde Caballero errante
solitario vagando sin destino?
Los juncos ya no visten la ribera
ha enmudecido el ave ya sus trinos.
II
Que mal os rinde Caballero errante
que el rostro llevas pálido y sumido
ha colmado la ardilla sus graneros,
el espigado campo está sin nidos.
III
¡Sobre tu frente desmayada muere
un afiebrado lirio.
Y flor de angustia en tus mejillas llora
una rosa sus pétalos marchitos!
IV
Es que al cruzar el valle vi una dama
que trastornó de pronto mi sentido,
la negra luenga cabellera suelta
y los ojos muy grandes y aflijidos (sic)
V
La circunda de flores su cintura
sus albas manos y sus negros rizos
y eran lumbre de amores sus pupilas
y eran queja de amores suspiros
VI
De sol á sol en mi corcel de guerra
vagamos al azar por los caminos,
sus ojos en mis ojos y sus manos
y su aliento enervando mis sentidos.
VII
Diome a beber el agua de las fuentes
panal silvestre diome con rocío.
Y con lenguaje extraño
no dudes nunca de mi amor me dijo.
VIII
A su mágica gruta me condujo
sollozando ternuras y cariños,
y yo cerré sus ojos con mis besos,
sus ojos aflijidos (sic).
IX
Sobre su pecho recliné mi frente
entre sus brazos me quedé dormido
soñando cual antes no he soñado
un sueño que maldigo.
X
Damas, guerreros, doncellas, reyes
que a mí elevaron angustioso grito
¡Helas! desventurado caballero
La belle dame sans merci os ha rendido.
XI
¡La bella sin piedad os tiene preso
entre las redes de su amor maldito!-
Y desperteme sollozando y solo
en este valle frío!-
XII
Y desde entonces solitario vago
deshojando mi pena en los caminos
magüer la brisa del universo helado
y las ramas sin hojas y sin nidos.
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