El 29 de noviembre del año pasado, Daniel Gigena, que está recorriendo
sistemáticamente librerías poco tradicionales, publicó en La Nación, de Buenos Aires, el siguiente informe sobre Colastiné,
una librería propiedad de Salvador
Biedma y Alejandro Larre (foto),
que ofrece una alternativa al porteño barrio de Belgrano.
Colastiné: una apuesta
a los buenos libros con
sabor nacional
Breve
historia de la librerí
Salvador
Biedma y Alejandro Larre son amigos desde hace más de veinte años y desde
entonces comparten el amor por la literatura y los libros. Se conocieron en el
taller literario de Andrés Allegroni cuando todavía estaban en la escuela
secundaria. En 2001, los dos fundaron la revista literaria La Mala
Palabra y, en 2005, la célebre Mil Mamuts. Biedma fue
editor de Galerna durante un tiempo y, en 2014, cuando ya había dejado esa
editorial, en un encuentro con Larre decidió encarar un nuevo proyecto. Primero
se les cruzó la idea de fundar un sello propio pero, en noviembre de 2015,
abrieron juntos la librería en un local de la calle Mendoza casi esquina
Aménabar.
"Fue Alejandro quien propuso la idea de
una librería –cuenta Biedma, narrador y poeta, además de librero–. En cuanto al
nombre, a los dos nos gusta mucho Juan José Saer. Y nos gusta, además, que sea
el nombre de una tribu aborigen (de la que, por cierto, no se sabe mucho) y de
un barrio o localidad en Santa Fe." Con frecuencia, se acercan personas a
preguntarles si ellos son de allí o les cuentan que solían pasar por el lugar o
que conocieron a Saer. "Incluso han venido especialmente algunas personas
que viven en Colastiné o cerca a visitarnos", dicen. En Colastiné (la
localidad de Santa Fe fundada junto al río del mismo nombre), Saer ambientó
gran parte de su ciclo de novelas.
Características de la
librería y de los clientes
"Muchas
veces nos dicen que tenemos libros raros o difíciles de
conseguir –dice Biedma–. No creo que sea muy cierto. Tratamos de tener algunas
cosas que tal vez no se encuentren en todos lados, pero quizás haya algo que dé
esa idea en la distribución espacial, en el modo de exhibir, en lo que elegimos
mostrar." Colastiné ocupa un local pequeño, donde suelen convivir en las
mesas o en la vidriera libros de una empresa multinacional y de un sello que
crea una persona sola en los ratos libres que le deja otro trabajo.
"Tenemos todo tipo de clientes, personas
del barrio o personas de paso y clientes con los que se establece un vínculo
más personal, que confían en lo que recomendamos o que saben que, si no tenemos
un libro, nos preocupamos por conseguírselo, o que eligen la librería por más
que no les quede cómodo llegar", agrega Biedma. Hay personas (en
particular escritores y en particular poetas) que ni siquiera viven en Buenos
Aires, pero que viajan con cierta frecuencia y en cada viaje incluyen una visita
a Colastiné. El trato allí es muy personal. Los clientes que la visitan por
primera vez se sorprenden porque enseguida, si los libreros están cebando mate
o tomando un café, les ofrecen uno.
"Algo muy lindo que pasa en una librería
como la nuestra es que la relación con cada cliente nace y se afianza ciento
por ciento sobre la base de la pasión por los libros –dice Larre–. Es una
comunicación muy abierta y honesta. El vínculo crece lentamente, de manera casi
artesanal, con recomendaciones y comentarios que van de un lado al otro del
mostrador."
Relación con las
editoriales
En Colastiné hay variedad, tanto en narrativa
como en libros para chicos, en poesía y en ciencias sociales. "El gremio
del libro es chico y uno tiene muchos amigos o personas cercanas en buena parte
de las empresas, sean grandes, medianas o chicas –acota Biedma, que también
traduce para editoriales–. Desde nuestra perspectiva, está claro que somos parte
de una cadena muy larga en la que lo ideal es tirar todos para el mismo lado,
ser socios: las editoriales, las distribuidoras, los autores, los clientes y un
montón de personas más que intervienen en ese camino." Con algunas
editoriales y con algunas personas, surge mayor afinidad. A veces, cuando llega
un proveedor o un corredor, los libreros sienten que cayó un amigo de visita.
Colastiné tiene los catálogos de una amplia
gama de sellos de las provincias: Caballo Negro o Alción, de Córdoba; Süd Pol,
de Tierra del Fuego; Mulita, de Chaco, y Tres Tercios, de Jujuy.
Libros destacados, los más vendidos y los
favoritos
No es una librería especializada en un rubro
en particular, pero abundan los títulos de narrativa y poesía.
"Seguramente esto tenga que ver con que, como lectores, es lo que más nos
interesa", dicen a coro. Y en una librería chica, lo que leen los libreros
influye mucho en las ventas. A los clientes les resuena la pasión con la que
cada uno habla de los libros que disfrutó. "Eso puede convencerlos más que
cualquier otro dato o información", sugieren.
"Las recomendaciones suelen surgir en un
ida y vuelta con la otra persona, según lo que ha leído o le puede interesar –puntualiza
Biedma–. Algunos libros han resultado ser casi infalibles. Si alguien busca
poesía, Tabaco mariposa, de la cordobesa Elena Anníbali, tal vez
sea el libro que más he recomendado. A la vez, desde luego, uno se maneja con
cuidado e intenta no ser invasivo, sólo recomendar a quien está buscando
recomendación o, llegado el caso, a alguien que tiene un interés puntual y
quizá no está al tanto de que acaba de salir determinado libro."
Entre los más recomendados por Larre durante
2017, sobresalen Tres luces, de Claire Keegan, Intimidad,
de Hanif Kureishi, El idioma materno, de Fabio Morábito, y Las
aventuras del buen soldado Svejk, de Jaroslav Hasek.
Diagnóstico del sector
Dice Biedma: "El país está viviendo, sin
duda, una gravísima crisis que afecta a casi todos los rubros. En este sentido,
no hay algo específico para el libro. Para ser muy sintéticos, se sufre una
caída importante de las ventas mientras aumentan sideralmente, sin sentido,
todas las tarifas." Más allá de que la crisis que se vive (y que se nota
en la disminución de la cantidad de novedades, de proyectos frenados y demás),
hay editoriales que empezaron hace pocos años y se han instalado con propuestas
interesantes. "Todo el tiempo surgen pequeños sellos nuevos, con más o
menos estabilidad, más o menos cuidado en la edición, más o menos claridad en
las propuestas", concluyen Larre y Biedma.
Actividades en la librería y formas nuevas
de llegar a los lectores
Como la librería es chica, Biedma y Larre
optan por depositar la energía en que funcione bien como tal y, por ahora, no
sumaron otras actividades. "De vez en cuando surge algo más de entrecasa y
está buenísimo", cuentan. Colastiné no vende libros por Internet, pero
tienen una activa cuenta en Facebook (Colastiné Libros). Por –esa
vía, muchos lectores les piden información sobre títulos o reservan ejemplares.
Mendoza 2620 (y Amenábar, a tres cuadras de
Cabildo y Juramento)
Teléfono : 4784 1606
De lunes a viernes de 10 a 13.30 y de 14 a 20,
sábados de 10 a 14
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