La columna que se reproduce a continuación fue publicada por Guillermo Piro en Cultura, suplemento del diario argentino Perfil, el domingo 5 de junio pasado. La lista, claro, podría ser más larga y la información, en ambas márgenes del Atlántico, algo mejor.
Bloopers editoriales
De vez en cuando el mundo editorial comete uno de esos bloopers que hacen nuestra tediosa vida libresca un poco más entretenida. Hace unos años fue la editorial Colihue, que publicó la traducción de las Nineteen Stories de Graham Greene bajo el título Una salita cerca de la calle Edgware anunciándola como traducidas por primera vez a lengua castellana. La cosa había hecho reír a los aficionados a los relatos de Graham Greene, no porque el libro en cuestión hubiera sido editado una vez con anterioridad, sino, como mínimo, siete veces, varias bajo el título A través del puente por la editorial Emecé –con traducción nada menos que de J.R. Wilcock– y al menos una en España bajo el título El espía, a cargo de la barcelonesa Luis de Caralt –y estamos hablando de los años 50.
Hoy el blooper viene de España, de la prestigiosa y desprolija editorial Siruela, que se vanagloria, con faja roja, de publicar "por primera vez en castellano tres magníficos relatos inéditos de Italo Calvino" que ya habían sido traducidos y publicados en Buenos Aires por Ediciones Peuser en 1961. El libro en cuestión se titula hoy La entrada en guerra, con una traducción que presuponemos correcta a cargo de Carlos Gumpert (el traductor al español de los libros de Antonio Tabucchi) cuando su predecesora, con una ligera variación en el título (Entramos en la guerra) estaba traducida al español por Roberto Guibourg (un recordado traductor argentino a quien debemos, entre otras, versiones de Alexis el griego, de Nikos Kazantzakis, y de De la Tierra a la Luna, de Julio Verne).
La publicación de La entrada en guerra de Calvino, lo que sí permite –y le estamos agradecidos por ello a la madrileña Siruela– es volver a poner a nuestra disposición tres excelentes relatos de uno de los más ilustres escritores italianos del siglo XX: Las noches de la UNPA, La entrada en guerra y Los escuadristas en Menton (aunque sin duda preferimos Los exploradores en Mentón, en la versión de Roberto Guibourg).
Esto me recuerda el "descubrimiento" por la editorial italiana Adelphi de Sándor Márai, cuando algunas de sus novelas ya habían sido traducidas al castellano por el hispanista magyar Olivér Brachfeld y publicadas en Barcelona en los años '50. Aquí, en España, naturalmente fueron traducidas de nuevo y publicadas con un éxito espectacular por Salamandra, que las presentó casi como "el descubrimiento del siglo" (y aún estábamos en el siglo XX).
ResponderEliminarSon muchos los que descubren el agua caliente, como dicen los húngaros (y no sé si otros). Pero al menos nos queda la consoladora satisfacción de que excelentes obras literarias vuelvan a estar al alcance del gran público.