El mallorquín Juan José Gelabert es profesor de lengua y
literatura en secundaria. Ha traducido 10 libros del francés, todos ellos
relacionados con Venecia. El 15 de febrero pasasdo, publicó en El
Trujamán la siguiente columna.
Los
perros de Venecia. El amigo fiel
Augusto Monterroso contaba que la primera vez que intentó una traducción
se compadeció de los traductores cuando en media página había consultado el
diccionario «en no menos de cinco ocasiones»; desde ese día pensó además que se
había de ser muy paciente y comprensivo con ellos, con los traductores. Su
aventura en la traducción le llevó a afirmar: «No cabe duda: el mejor amigo del
traductor es el diccionario», si bien en ocasiones se descuida su manejo o se
cometen deslealtades que, como buen amigo sabrá perdonar.
Sucedía esto a propósito de la
traducción de la voz doge, referido al
supremo mandatario de la Serenísima República de Venecia, como dogo. Doge es adaptación italiana del veneciano dose,
procedente del latín dux; en idiomas como
el francés o el inglés, por citar dos de las lenguas cuyos autores han tratado
a menudo el mundo veneciano, se utiliza la misma voz doge.
En español la vigésima segunda
edición del Diccionario de la Real Academia Española solamente
consideraba la acepción de dogo como un tipo de perro:
(Del ingl. dog, perro).1. m. perro
dogo,
Mientras que si se avanzaban algunas
páginas más se hallaba la voz dux:
(Del lat. dux).1. m. En
las repúblicas de Venecia y Génova, príncipe o magistrado supremo.
Sin embargo, como cada vez más
autores y traductores, entre ellos algún premio nacional de traducción y
catedráticos universitarios, utilizan dogo para referirse al dux, la vigésima tercera edición del Diccionario ha
introducido el homónimo «dogo» 2 el cual remite a dux:
(Del it. doge, este del veneciano doxe,
y este del lat. dux, ducis 'general',
'caudillo'.) . m. dux.
Dicha entrada aún no se hallaba en el
avance de la 23.ª edición, que mantenía la diferencia entre «dogo» y «dux», cuya acepción en el Diccionario se
mantenía similar desde 1899. En 1884 y antes la acepción de «dux» aportaba el matiz de la representación soberana:
(Del ital. Dux; del lat. dux, guía,
jefe) El que en las repúblicas de Venecia y Génova tenía la representación de
la soberanía.
y guardaba mayor relación con la de Autoridades (1732):
Lo mismo que Duque. Assí llaman comunmente a los Duques o Cabezas de las
Repúblicas de Venécia y Génova. Este género de Duques o Duces es en todo
diferente de los demás Duques: pues su dignidad es una imagen o representación
de la soberanía que reside en toda la Junta de los Senadores. Latín. Dux, cis. ACOST. Hist. Ind. lib. 7. cap. 11.
El Rey no tenía absolúto mando y império, y que más gobernaba a modo de Consul
o de Dux, que de Rey.
que justifica la traducción de doge como «duque» y que, además,
hace más coherente la denominación «Palacio Ducal» para referirse a la
residencia de los dux de Venecia; todavía no he leído Palacio Dogal,
aunque todo podría llegar.
El nuevo Diccionario,
23.ª edición, fue objeto de controversia en la prensa porque ha dado entrada a
voces vulgares, entre ellas almóndiga, aunque no cloqueta,
pero nadie ha llamado la atención sobre la conversión de los ciento veinte dux
de Venecia en una jauría de perros. El amigo ha cambiado y ya no se sabe quién comete
la deslealtad con quién.
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