El
pasado 7 de julio, el poeta y ensayista Osvaldo
Aguirre firmó una nota para el suplemento de cultura del diario Perfil, de
Argentina, donde presenta a Pablo
Bagnato y su editorial. En la bajada se lee: “en 2017 tuvo lugar en la
ciudad de Rosario el nacimiento de un nuevo sello con características
particulares: autores de lengua inglesa, obras de dominio público y todas ellas
traducidas por la misma persona, quien a su vez también encarna el rol del
editor. Y el resultado es excelente.”
Una labor
paralela
Pablo
Bagnato (Rosario, 1980) había publicado algunos cuentos y obtenido premios,
entre ellos uno del Fondo Nacional de las Artes por la novela Jazz! (2012), que
alcanzó a publicar “aunque nadie se enteró”. Dejó de escribir para terminar la
carrera de Medicina y trabajar como médico, hasta que a mediados de 2017 se
enteró de un concurso de proyectos editoriales que organizaba la provincia de
Santa Fe. No participó en la convocatoria, pero entonces tuvo la idea: ya no se
ocuparía de sus propios libros sino de los libros de otros, los que le gustaba
leer en inglés, los que no encontraba en las librerías. Bagnato tomó nota de la
fecha: miércoles 14 de junio de 2017. El nombre de su editorial, Miércoles 14
Ediciones, alude a ese momento de fundación. El sello que dirige está dedicado
a literatura en lengua inglesa, cuyos textos traduce y corrige, en ediciones
que él mismo diseña, maqueta y distribuye. Fuera de la imprenta y de las
ilustraciones que contrata, todo el trabajo es su obra. “Me decidí a buscar
libros que yo quería leer. Lo primero que encontré fue la novela La llegada del emperador, de Saki, que
no estaba en español. Y me lancé a traducir. Hasta entonces tenía algo de
experiencia traduciendo temas científicos del ámbito de la medicina”, cuenta
Bagnato. En enero de 2018 presentó sus primeros títulos: la novela de Saki, con
ilustraciones de Marcelo Gonella, y una nueva versión de El despertar, de H.G. Wells, la historia de un hombre que duerme
doscientos tres años hasta que vuelve en sí y descubre que es el más rico del
mundo, ilustrada por Horacio Boriotti. El criterio editorial es estrictamente
personal, explica Bagnato: “Son autores y obras que particularmente a mí me
atraen y son poco frecuentados o poco accesibles, y cuya edición encaro por el
placer de hacerlo. Por encargo sería otra cosa, por iniciativa propia traducir
un libro que no me interese no me surge. Estamos hablando de obras de dominio
público, de autores que no se van a enterar”.
La
editorial acaba de publicar una nueva versión del Libro de la Maravilla, cuentos de Lord Dunsany, autor de culto en
el ámbito del relato fantástico: “Sus cuentos sobrenaturales rehúsan con igual
decisión la justificación alegórica y la científica. Son, simplemente,
mágicos”, escribió Borges en Textos
cautivos. “No había leído nada de Dunsany, pero uno va llegando por
investigaciones y recomendaciones”, dice Bagnato, que pidió las ilustraciones
del libro a Nahuel León.
Otros
títulos son El monstruo, la última
novela de Stephen Crane (1871-1900), con ilustraciones de Lisandro Estherren, y
El Napoleón de Notting Hill, distopía
de G.K. Chesterton con ilustraciones de Kwaichang Kráneo (Carlos David Lima).
“Mi intención no es exclusivamente lo inédito sino cosas que no se consigan
fácilmente y aun si hay ediciones lo que estoy haciendo además son libros con
ilustraciones y con otro valor, con otro espíritu”, advierte el editor. El crimen y otros textos seleccionados,
de Max Beerbohm (1872-1956), “es el libro más personal, el que más elaboración
tiene”. Bagnato descubrió al autor a través de la Antología de la literatura fantástica de Borges, Bioy Casares y
Silvina Ocampo: “Hay un cuento maravilloso de Beerbohm en ese libro, una de las
cosas que más me han conmovido como lector, y hace años empecé a buscar otros
textos suyos para leer. En algún viaje me compré la única novela que escribió,
que no me gustó, y después varios libros de ensayos breves, a menudo bastante
cómicos. En un momento pensé que podía armar algo, tratando de mantener cierta
línea con su humor particular”. El catálogo incluye además tres libros
electrónicos: Historias a la medianoche
y El mundo de los escenarios, de
Jerome K. Jerome (1859-1927), y Soliloquios,
de Esteban Peicovich, “un paréntesis” en la línea de publicar literatura en
lengua inglesa que surgió de la amistad con el periodista poco antes de su
fallecimiento en 2018.
El
ritmo de producción es intenso: “El trabajo editorial lo hago solo, en mi casa.
A fines del año pasado hice la traducción de Dunsany y antes la de El huésped siniestro, de Sheridan Le
Fanu, que es el próximo que voy a sacar, y también algo más de Jerome. Después
me puse con las correcciones. La traducción de Wells, el libro más largo, me
llevó ocho semanas, mientras estaba trabajando como médico y cursando un
posgrado”.
La
distribución es el gran problema de las pequeñas editoriales, pero Bagnato se
lo toma con tranquilidad. “Contacté yo mismo a las librerías, primero en
Rosario y después en Buenos Aires, Mar del Plata, Santa Fe y Paraná, para armar
una pequeña red de distribución –cuenta–. Tuve acceso a pequeñas y medianas
librerías, no a las cadenas. En octubre me puse en contacto con Alejandro
Russo, que es librero, tiene su sello editorial, Ediciones del Camino, y
también hace distribución”. Los libros estuvieron en la Feria de Editores del
año pasado y en la Feria Internacional del Libro de 2019.
Sin
ninguna experiencia como editor, alejado del ámbito literario, “mi primera
cosecha fue ver que a los libreros, en su mayoría, les gustó el producto”. En
su época de estudiante, Bagnato ya pensaba que terminaría dedicándose a otra
cosa aparte de la medicina: “Siempre tuve la fantasía de un trabajo
paralelo que no tuviera nada que ver con atender gente. A esta altura ver que
me generé una editorial, que la inventé yo, es muy gratificante. Espero que en
algún momento se autofinancie, pero mientras tanto es algo que disfruto”.
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