sábado, 20 de junio de 2009

La evidencia de la necesidad de interpretar


Poeta, narrador y ensayista, Fabio Morábito –acaso uno de los escritores mexicanos más importantes de la actualidad– es también traductor. Entre obras, ha vertido al castellano la monumental Poesía completa, de Eugenio Montale, que Galaxia Gutenberg ha publicado en 2006. El siguiente fragmento, corresponde a "La importancia del estilo", una entrevista que le realizó Moctezuma Quistian Ollin Tecandi para Biblioteca Babab.Com (Nº 14, julio de 2002).

"Una generación se define por sus traducciones"

Yo creo que la primera enseñanza que nos da la traducción es cómo toda lectura es única e irrepetible. El traductor, finalmente, está leyendo la obra y nos está dando su lectura personal. Puesto que nos damos cuenta enseguida de qué tan distinta es su interpretación, nos hace ver que todos somos traductores; cuando leemos un libro en nuestra propia lengua estamos traduciéndolo a otra lengua, nuestra lengua íntima, constituida por experiencias, por nuestro universo particular. No existe, por lo tanto, un texto original, un texto dado de una vez para siempre, inamovible, sino que existe en la medida que deba ser traicionado por cada persona que se acerque a él. La traducción nos muestra de una manera palpable que eso es así.
Ahora, propiamente el trabajo de la traducción, más allá de lo obvio, de la actividad pragmática, de que vivimos en un mundo construido por muchas lenguas y por ello debe haber personas que establezcan puentes entre unas y otras, más allá de eso, la traducción es la evidencia de la necesidad de interpretar. En ese sentido la frase traduttore traditore adquiere la mayor relevancia. Por qué, por ejemplo, en México la Tierra baldía de T.S. Eliot ha sido traducido por tantas personas. No creo que ninguno de esos autores haya traducido otra vez el poema de Eliot porque pensara que las traducciones previas fueran un fracaso. Pero de algún modo sí sentía que lo eran porque no percibía puntos, matices, que el traductor en turno creía necesarios.
Y eso lo podemos explayar a una cuestión de generación. Cada generación relee a los clásicos y les da una interpretación distinta. Ve cosas que otras generaciones no habían visto y por tanto retraduce el capital o el acervo cultural que le ha tocado manejar y lo hace siempre de una manera peculiar. Creo que justamente una de las formas más claras de autodefinición de una generación es a través de sus traducciones: cómo traduce, cómo relee a los autores del pasado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario