Foto: Janine Messerli |
Peterso
Rissati (San Pablo, 1979) es traductor del alemán y
del inglés. Llevá publicadas más de cincuenta obras de ficción y no ficción de
autores tales como Stefan Zweig, Judith Schalansky, Michael Kumpfmüller, George
R. R. Martin, Hans Fallada y John Scalzi, entre otros. A todos esos méritos se
suma el de haber sido el mejor cocinero en Looren, mostrando una bonhomía, un buen humor y un
buena voluntad a prueba de balas.
“La invisibilidad de nosotros en Brasil
es todavia muy grande”
– ¿Desde cuando existe
ABRATES (Associação Brasileira de Tradutores e Intérpretes)?
– Desde 1974. Si quieres, hay un histórico
de la asociación aqui (en portugués):
–¿Cuántos miembros
tiene?
– Hoy tenemos alrededor de 800
miembros (ya llegamos a 1.000 miembros activos, tenemos algunos que sólo se
reactivan durante el año, otros que dejan la asociación por un tiempo y después
regresan).
–¿Por qué se formó?
– La traducción no era reconocida
como una profesión por las leyes brasileñas, entonces había la necesidad de
crear una institución que, de alguna forma, juntase los traductores. Así que la
ABRATES fue creada en 1974, con dos sedes, una en São Paulo y otra en Rio de
Janeiro. Con la crisis de los anos ochenta, la de São Paulo se cerró y continuó
con unos pocos miembros en Rio. Y así se siguió, con poco más de 200 miembros
hasta 2010, donde ocurrió un gran cambio: con la presidenta Elizabeth Mattos
(2010-2012) y, después, con Liane Lazoski (2012-2014/2014-2016), el número de
socios pasó de 200 para casi 1000. Desde 2013, tenemos un congreso anual (antes
era bianual). El Congreso de São Paulo, por ejemplo, en 2015, juntó 900
traductores de todo Brasil y de varias partes del mundo. El de Rio, en 2016,
por causa de la crisis, juntó casi 700 personas, con más de 90 ponencias sobre
los diferentes aspectos de la traducción.
–¿Cuál es tu función
en ABRATES?
–Soy editor en jefe de la recién
lanzada revista de la asociación Metáfrase
y también segundo suplente de la dirección. Y ayudo informalmente en la
preparación de los congresos y minicursos que ocurren durante los congresos.
–¿Qué tipo de
traductores la integran?
–Todo tipo de traductores, pero más
los traductores técnico-científicos. Hay un esfuerzo grande (en lo que me
incluyo) de traer para la asociación más traductores editoriales/literários.
–¿Cuál es la
situación de lso traductores literarios en Brasil?
–La ley de derechos de autor
brasileña protege la traducción de obras en dominio público, o sea, solo hay
previsión de pago de derechos para este tipo de obra. En general, las obras que
no estén en domínio público no resultan en derechos para los traductores. La
invisibilidad de nosotros en Brasil es todavia muy grande, pero intentamos
cambiar esta situación con eventos y ponencias en vários tipos de ferias y
congresos. Lo que se paga a los traductores varía mucho según la editorial, el
tiempo de traducción, las crisis, etc. Se empieza a en US$7 u 8 hasta US$12 o 13 (una base para
las traducciones del inglés. Otras lenguas más raras pagan valores más
grandes).
–¿Cómo son las
condiciones de trabajo?
–La
traducción de libros todavia es vista como una "tarea secundaria" o
como decimos en Brasil um bico (un
trabajo que sirve apenas para complementar el sueldo). Pocos traductores viven de
traducciones editoriales. La mayoría trabaja con otros tipos de traducción
(técnica, para doblaje o lo que sea). Con la crisis, las bajas de tarifas son
inevitables y hay que valerse de la experiencia o de una buena relación con los
editores para mantener un nivel mínimo y aceptable.
–¿Cuánto se traduce?
–En general, podemos decir que somos
responsables por 12% del mercado en producción anual de livros en Brasil (más o
menos 5.000 traducciones editadas al año, no necesariamente traducidas en aquel
año).
–¿Te parecería viable
que se estableciera algún tipo de relación entre los traductores brasileños y
los hispanoamericanos? En qué términos la imaginarías?
–Esto es algo que ya está empezando a
ocurrir con Argentina, por ejemplo. La AATI y la ABRATES ya están firmando proyectos
comunes en sus congresos y jornadas, colaborando mutuamente y juntando fuerzas
para desarrollar más la profesión de los traductores. Por ejemplo, en el
próximo congreso de la ABRATES, la AATI participará activamente de nuestra
sección de castellano. Para los traductores de portugués al español y viceversa
ésta será una parte muy buena. También podemos pensar, en un plazo más largo,
en iniciativas conjuntas para el incentivo de eventos culturales y
profesionales entre los países, como talleres y charlas de traductores,
autores, etc. Además también hay posibilidades de trabajos conjuntos para cambiar
las condiciones de trabajo en los países
hermanos y aumento de la visibilidad.
–¿Cómo fue tu
experiencia en las residencias que hiciste en el exterior? En qué medida
implicaron algún cambio de perspectiva en tu trabajo?
–Tanto en la Academia de
Verano del Coloquio Literário de Berlin (LCB) como en la Casa de Traductores de
Looren, lo más importante de todo fue el intercambio con profesionales de varios
tipos, no sólo con idiomas distintos, sino también con experiencias variadas.
Las charlas sobre la profesión, la concientización de condiciones muy distintas
de trabajo en los diversos países, las risas siempre enriquecen uno que se
lanza en estas residencias. Por otro lado, durante una residencia como la de
Looren, tenemos tiempo para traducir mucho y pensar nuestra visión de cómo
funciona la traducción en condiciones ideales. Aunque esas condiciones no
existan en nuestras casas, podemos intentar convertir nuestra rutina en algo
más controlado para que nos acerquemos a ellas. El traductor querecibe una beca
o tiene la oportunidad de una experiencia así debe tomar en cuenta que sería
muy bueno (y necesario) compartir eses conocimientos con sus pares en su país
de origen y contribuir para el crecimiento de la profesión, ya sea a
través de gremios, asociaciones o
iniciativas propias.
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